Dicen los entendidos en geología y espeleología que la Cueva de El Soplao es un lugar único e irrepetible. Todo un referente para la espeleología a escala mundial que los amantes de las cuevas saben bien apreciar. Un mundo de silencio, de eterno gotear y filtraciones, de barro frío y húmedos tropiezos, de cálidas y dulces emociones a través de sus caminos laberínticos. Esta joya natural se sitúa entre las localidades de Herrerías, Valdáliga y Rionansa, en plena Sierra de Arnero.
La cueva fue descubierta de forma accidental durante los trabajos de perforación minera y recibe su nombre del Speleo Club Cántabro que se inspiró en la forma en la que solían realizarse las extracciones de mineral. Bautizándola de esta forma en 1975. De hecho, a este club también se deben la mayor parte de las investigaciones de la zona y el descubrimiento de la Torca Juñoso
Pero no se abrió al público hasta el año 2005 cuando su interior y sus alrededores fueron acondicionados para el turismo. No obstante aunque cuenta con 17 kilómetros de longitud, solamente 4 kilómetros están abiertos a los visitantes. Un recorrido que queda repartido entre las galerías de los Fantasmas, la Gorda, la del Falso Suelo, la del Campamento, la de la coliflor y la de El Bosque, Génesis, entre otras.
En la Cueva de El Soplao predominan las formaciones kársticas, pero también podemos encontrar Helictitas de aragonito, cuyas exigentes condiciones de formación hace que resulten mucho más difíciles de encontrar. Pero lo realmente curioso es que, a pesar de predominar la caliza, El Soplao no se encuentra enclavada en ningún paquete calizo importante ni ha sido creada bajo el abundante aporte de agua de grandes cuencas de recepción como ocurre en la mayor parte de las cavidades naturales.
Por último, no podemos hablar de la Cueva de El Soplao sin hacer mención a sus maravillosas vistas a Peña Sagra, Naranjo de Bulnes, Pico Tres Mares, Sierra del Cuera y el Mar Cantábrico. Y es que la cueva se encuentra a 540 metros de altitud sobre el nivel del mar. Un espectáculo de incomparable belleza que no puedes perderte si pasas unos días en Cantabria.
De Turismo Rural por Cantabria 